Cancha embarrada

EL viernes se desarrolló el tercer test match entre los bandos (que no juegan tanto por las bandas) opuestos de SL-ILG y MM(*)-QT. El score marcó un 5-3 (o 6-4, vaya uno a saber) en favor del "supuesto tiki-tiki". Por ahora la estadísitica va dos uno en favor del bilardismo extremo.

Se vivió una semana compleja, con cruces mediáticos, tiros por elevación y poca claridad sobre los equipos. Ya estaban embarrando la cancha. Los abanderados de un fútbol prolijo, de apertrura, de toque limpio y devolución certera terminaron superpoblando el campo de juego (8 vs 9) y pidiendo la hora sobre el final.

La cosa comenzó con cada uno preso de su rol. Como si a ambos equipos se los hubieran comido sus personajes. Por un lado el conde y firu la llevaban pegada, con un tintorero elegante y dejando el trabajo sucio a un ya desconocido, decolorido, desfigurado tati. Conclusión: gambetita latorre, nada de arco, apenas si consiguieron un córner.

Del otro lado, un quique y un massi que barrían y limpiaban lo que venía. Lo contagiaron hasta HS quien decía que no se podía jugar. Fue puro pelotazo, pero hacia afuera, ni siquiera pa'delanta, pa'ver si la cazaba alguno perdido por allí.

Hasta que se abrió el marcador. Tiki-tiki uno a cero arriba y se fueron todos para abajo. Todos metieron más de lo que jugaron, aunque el discurso fuera del campo sea otro. Como si se hubieran cambiado las camisetas. Un infructuoso Spinazzola quejándose de todo lo que no salía, un tanque que lo minaron por doquier y el empate que se escapó sobre el final. Los goles que Spinazzola malogró en un arco, Saeta los metió en el otro. Así, se fue un partido muy pobre, de lo que no quedará ni una de las pinceladas que dice Virginia.

Sin embargo, para la estadísitica cuenta, y no en vano se escucha opr ahí que la estadística miente. Veremos qué sale el viernes próximo, cuando ambos estilos (ahora más confundidos) vuelvan a verse frente a frente en Quantum. Esperamos, deseamos, rogamos, que la cancha no se embarre.

(*) No es Mogdiliani-Miller, ni los afamados chocolatitos.