El día que JMC habló ruso

by Gabriel Spinazzola

Yo (y otros cuarenta y siete compañeros + tres lunísiticos) podremos decir de acá en adelante que estuvimos presentes el día que JMC habló ruso.

No era para nada un día común. En rigor, ninguna clase fue común. Sí era común ver caras de "yo no lo encaré por ahí" y todas las PCs del aula abriendo rápidamente otra hoja de xls. Una nueva, inmaculada hoja de xls que recibiría el conocimiento cóstico de a balzados. Pero además de esto de todas las clases, este día fue más especial.

Primero, porque era día de examen. Y la cosa empezó algo así:

-¿Cómo andan?- lanzó punzante desde el medio del aula.

Muchos no respondimos...-Qué bien, porque yo estoy como el tujes- (no recuerdo si fue esa la palabra que emitió, pero la idea venía por allí).

Contó que venía del médico, que le habían mostrado los estudios clínicos de rutina, que el colesterol, que la presión arterial y que los triglicéridos. Yo le dije que no se preocupara, que una vez había tenido 579 de triglicéridos y que allí andaba los más bien (mentí un poco: estaba transpirando horrores por los nervios previos al examen).

-Peor lo mío, una vuelta fui a buscar los resultados, y como buen chambóm los abrí. ¿Viste que uno se jacta de que entiende un poco de todo? Además, como tenés los valores de referencia... Pero cuando llegué a triglicéridos decía: "imposible determinar cantidad". Consejo: "el día de que te hacés los análisis no debe ser posterior a una noche de asado con amigos". (no recuerdo si fue la frase que utilizó, pero la idea venía por allí).

Lo que seguía convirtiendo a aquel día en especial era la adrenalina por el examen. Nadie lo dijo, pero varios hubiéramos dicho: "entregálo de una y a morir".

Pero él tenía más...

-¿Quieren hacer "Pendergarth" ahora y el examen después?; o, pasando a mirar la otra palma de la mano, quedando ambas de cara al techo como si se tratara de una balanza en la que debíamos sopesar pros y contras: ¿hacemos el examen ahora?

Algunos pensaron... poco, hasta que dijo: "Si es ahora, es "Full Flavor" (inmortalizando una sin escalas para el EMBA-Frases).

Cinco levantaron la mano.

-Están decidiendo con el estómago. Primero veamos "Pendergarth".

Y acá venía otra situación especial de ese día...

-Este caso es muy especial para mí, porque con este caso aprobé Costos. Y además, hoy, después de tantos años, lo jubilamos. Hoy se jubila "Pendergarth"- contó, y algunos vimos un brillo especial en su rostro.

Durante la revisión del caso, le salió (no sé de dónde) nombrar a una bailarina rusa: Maia Plisiétskaia. Una compañera (son pocas y una sola lleva un apellido que podría ser oriundo de aquellas estepas) lo corrigió, pronunciando correctamente Майя Плисецкая.

No fue cualquier compañera y ya no era cualquier día de clase, por lo que seguía de especialidades aquella tarde.

VV había sido sometida en otra tarde a diferentes preguntas. Preguntas de la materia, y como el mismo JMC dice "todo se relaciona con todo".

¿Qué es un wincofón? Creo que fue en semana intensiva. VV dijo que estaba quemada, que no podía pensar. Si no recuerdo mal (por eso hay que escribir ni bien pasa la cosa) VV intentó una respuesta "creativa" hasta que alguien dijo "tocadiscos". Otrora le consultó sobre si sabía lo que era (o lo que había sido) un AMI8. "Estoy quemada", creo volvió a decir (insisto con el paréntesis anterior). Un coche de los 60/70 dijo uno de los abuelos (también son pocos, apenas dos, pero no son de la nada) de la clase. JMC llevó sus manos a la cabeza en gesto de "me hirve la cabeza". ¿Quién decía así?, fue la siguiente pregunta. VV buscaba en su sidráiv. Esta la sabía, la sabía, sí la sabía... Pero creo que no la respondió (más paréntesis repetidos). La última fue con qué número empezaba su número de documento. No, no el de Palmiro, sino el de ella. Quería demostranos empíricamente la juventud de VV y que comprendan aquellos que sabían todas las respuestas a las preguntas anteriores el porqué del desconocimiento de VV en aquellas cuestiones. Mortal fue cuando VV respondió: "con 2". Risas múltiples.

Entonces, en medio de un viaje "diferencial" entre Zan-zibar y la otra ciudad impronunciable, llegó el momento de la corrección de la pronunciación de la bailarina rusa.

JMC rió, pidió a la alumna nos deleitara con otras frases en ruso. La clase tomó a VV como el estandarte de que a JMC se lo podía corregir, al menos cuando intentaba hablar ruso.

Más tarde jubilamos la flota de Pendergarth, luego tuvimos el examen con Cooprole incluído y a la salida todos felicitábamos a VV, mientras nos explicaba: "¡Simplemente lo pronunció de terror y no me aguanté!". Aquellas tardes junto a la madre traduciendo polaco y ruso tuvieron una consecuencia un par de decádas depués.